EL RENCOR.

 

 

EL RENCOR ES UN GRAN PROBLEMA EN LA ACTUALIDAD.

Es algo muy sorprendente ver cuántas personas se llevan mal en la actualidad, hay casos de problemas grabes dentro de la familia, entre vecinos, entre amigos etc. Y parece que cada vez esto se pone aún peor.
Diariamente nos enteramos a través de la televisión que de muchos asesinatos, de que alguien lastimó gravemente a algún amigo o familiar, de que alguien cometió alguna atrocidad o perversión sexual que termino lastimando a otra persona; etc.
Pero la Biblia ya advertía que cosas así ocurrirían:

 

 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. (Mateo 24:12).

.
Este pasaje explica la razón principal de todos estos acontecimientos y esta razón es que “EL AMOR DE MUCHOS SE IBA A ENFRIAR” y esto sería como consecuencia de que la maldad se habrá multiplicado, y justamente eso es lo que ha pasado en este tiempo razón por la cual las personas viven guardando RENCOR y ODIO hacia las demás personas y motivados por estas cosas es que las personas cometen toda clase de crímenes.


1) LA FALTA DE AMOR A PRODUCIDO QUE LAS PERSONAS SE GUARDEN RENCOR POR CUALQUIER COSA.


Es algo muy común encontrar pleitos o problemas por cualquier cosa y esto se debe a la falta de amor entre las personas pues una persona que ama “no lastima”, esto ha llegado a tal nivel que las personas se molestan tan sólo porque “alguien les miró mal”, “alguien no les saludó”, “Porqué les mintieron en alguna cosa”, etc.


2) EL RENCOR Y LA FALTA DE PERDÓN SE EXPANDEN.


Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” .(Mateo 24:10).


Una de las peores cosas que ha pasado a causa de esta falta de amor es que las personas se han vuelto una piedra de tropiezo para las demás, me refiero a que cada vez que alguien lastima a otra persona y la persona que fue víctima de esta agresión no perdona a su agresor; en un momento terminará haciendo a otra persona lo mismo que se le hizo, formándose así como una cadena sucesiva de maldad y rencor; es exactamente a esto lo que se refiere la Biblia al decir que “Muchos tropezaran y se entregaran unos a otros y se aborrecerán unos a otros”.
Sin embargo lo que Dios quiere para que nosotros cortemos con esto; de manera que no terminemos convirtiéndonos en personas que provocarán que otras personas también se aborrezcan de esta manera, es PERDONAR; pues si aprendemos a perdonar no contagiaremos “rencor” ni “odio” a otras personas.


3) LOS QUE NO APRENDEN A PERDONAR VIVEN APRISIONADOS POR SU FALTA DE PERDÓN.


Todas las personas que no han perdonado a alguien por lo general no podrán vivir una vida tranquila pues el odio y rencor que sienten hacia otra personas no les dejará vivir su vida de forma normal; estas personas que no han perdonado viven todos sus días pensando en cobrar venganza por lo que les hicieron y sin darse cuenta terminan desquitándose con otras personas; de manera que también terminan convirtiéndose en agresores de otras personas.


4) MUCHAS DE ESTAS PERSONAS GUARDAN RENCOR POR QUE NO SABEN LA BENDICIÓN QUE ES PERDONAR.


Muchas de las personas que viven odiando y guardando rencor por lo general viven una vida miserable ya que nunca llegan a sentir paz, viven amargados con la vida y no llegan a encontrar algo que los haga sentir bien y aún sin importar a cuantas personas lastimen y cuantas cosas consigan nunca llegan a sentirse realizados. Esto se debe a que no han tenido la oportunidad de comprender lo maravilloso que puede ser pedir perdón, pues el pedir perdón es como una medicina para el veneno llamado “amargura” el cual va matando por dentro a los que guardan rencor.
Lo que Dios quiere es que estas personas comprendan esto, ya que cuando entiendan esto dejarán de hacer daño a las demás personas y podrán sentir paz en sus corazones.
Las personas que perdonen se liberarán de la gran carga que sienten al guardar rencor y por fin podrán llevar una vida tranquila; además cuando las personas perdonan también podrán experimentar lo bien que se siente ser perdonados por Dios.


“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. (Mateo 6:14-15).


5) EL GUARDAR RENCOR O SENTIRSE LIBRES ES ELECCIÓN DE CADA UNO.


La decisión de pedir perdón o perdonar a alguien la tiene cada uno; ya que cada uno será responsable acerca de si quiere sentirse bien consigo mismo o no.
Si una persona pide perdón a alguien que lastimo se estará liberando de la carga que le produjo el haber lastimado a esta persona pero si la persona afectada no quiere perdonarlo no le quitara la paz que le produjo pedir perdón, más bien esta persona que no quiso perdonar se sentirá mal y guardará rencor pero esto no afectará ya al que tomó la decisión de pedir perdón.
Y si una persona perdona a alguien que lo lastimó sin que la otra persona le haya pedido perdón, esta se sentirá bien y podrá disfrutar de la paz que produce el perdonar; sin embargo la persona que no quiso pedir perdón continuará viviendo con la intranquilidad que le produce el no haber pedido perdón.


6) LA FORMA DE VENCER EL RENCOR ES AMAR.


“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”.
(1 Pedro 4:8).


La mejor manera de combatir la maldad y el rencor es demostrando “amor”, lo que tenemos que hacer es tomar la iniciativa y amar a todos para que así podamos resolver muchos de los conflictos que hayan sucedido en el pasado y prevenir conflictos en el futuro pues donde hay amor de verdad no hay problemas.


Es este amor el que hace que los pecados, los errores, etc. Cometidos sean borrados, de manera que pueda existir armonía entre las personas.
Si empezamos a amar veremos que la gente a nuestro alrededor poco a poco dejará de odiar y guardar rencor.

 

 

EL RENCOR

“Es un asunto de paz interior, dejar pasar las afrentas”.

El rencor es un sentimiento que avanza muy lenta y silenciosamente carcomiendo nuestra interioridad. A veces es demasiado tarde para percatarnos del daño que nos ha ocasionado y cómo ha repercutido agravando el mal en nuestro círculo cercano.

La animadversión que nace en contra de alguna persona o situación cunde de tal manera que, con el paso del tiempo, perdemos de vista quién o cuál fue el foco originario de todo ello.

El resentimiento contamina todo. Las personas y sus relaciones no son las mismas porque nada es suficiente para saciar esa emoción que se va autoalimentando y que contagia, luego, al sentimiento, desde ahí se autojustifica contaminando al pensamiento.

Por eso no basta con pensar y repensar en aquello que nos hirió; porque nuestros pensamientos cuando se encuentran ante esa situación se enredan más y más, en un efecto similar a la goma de mascar que pegada a nuestra suela se adhiere cada vez más cuando tratamos de deshacernos de ella.

Para liberarnos de ese odio y antipatía que llamamos rencor no queda de otra que entrar a un profundo proceso de sanación y reconciliación con nosotros mismos, sí, con nosotros mismos, porque en realidad el otro no existe, lo único que ocurre es que vemos nuestros defectos reflejados en el otro, y eso que vemos nos disgusta.

Cuando algo así ocurre en nuestra vida, salta por encima de nosotros mismos el ego que trata de controlarlo todo, dominarlo todo, incluso dictar lo que el otro debiera estar haciendo para que nosotros podamos sentirnos bien.

Por eso, sanar el rencor es un proceso en el que hay que ir paso a paso a paso.

Es casi inminente que al abordar el rencor aparezca el perdón. Lamentablemente cuando pensamos en el perdón, en gran medida lo hacemos desde la visión religiosa y sus agregados, que tienen por fuente común la culpa como motor de manipulación y chantaje de la especie humana.

Por otra parte pensar en el perdón, es también asumir una actitud de yo-bueno, tú-malo, que tampoco conduce a mucho, porque es una forma de seguir justificando “los correctos pensamientos” que el ego dicta.

En cambio, una reconciliación con nosotros mismos permite dejar pasar lo que consideramos las afrentas de los otros, como si fuéramos una especie de ventanas a través de las cuales transitan el aire y la luz.

La meditación es una de las tantas técnicas empleadas para este fin, pues aquieta la mente. Permite volver a respirar paz, que en medio del rencor no se puede encontrar.

Al meditar -cuando el rencor y la ira nos aquejan con los recuerdos- logramos que éstas emociones pasen por nosotros sin obstruirlas, pero sin asirnos a ellas, entonces damos pasos certeros a liberarnos del dominio de éstas y otras emociones.

Ahí, también, podemos ver los hechos con desapego, para observarlas con detenimiento, sin la obsesión de lo pasado, y encontrar las claves de nuestra vida, reconciliarnos con nosotros mismos y con el otro.

Vale la pena intentarlo. Vale la pena sanarse.

 

Frases sobre el Rencor en nuestras vidas

Hola queridos amigos le damos la bienvenida a esta nueva lista de frases, en esta oportunidad les dejamos unas frases sobre el rencor, ya como sabemos el rencor es un sentimiento amargo que se guarda hacia una persona en la cual se nos trato mal o simplemente tenemos odio o un pensamiento negativo hacia ese sujeto por alguna razón, pues bien estas frases les enseñaremos todo sobre el rencor reflejadas en frases sabias que esperemos que les guste ya que las traemos para ustedes con mucha dedicación e inspiración, es por ello que en el mundo hay muchas personas que aun guardan rencor en su corazón y ese es el resultado que la humanidad sigue en conflictos, ya sin mas que decirles espero que les guste estas frases de odio.

No guardes ni un tipo de rencor en tu corazón, ya que es como si tuvieras una bestia salvaje en tu corazón que poco a poco se comerá tu alma.


Personas rencorosas son aquellas que guardan odio en su alma.


El rencor es horrible por que afecta no solo a dos personas si no a las de su entorno.


Si tu vida esta llena de rencor déjame decirte que nunca hallaras la felicidad en tu alma.


No pierdas tiempo en tu vida odiando y guardando rencor a una persona que cuando mas la necesitas el o ello no estará para ti.


Los resentimientos son lo peor que una persona puede guardar.


Si alguien cometió un error contigo no lo culpes que todos somos humanos y por ende cometemos errores.


Si te hicieron daño tómalo con calma que el rencor no llene de odio tu corazón que este vive solo de amor.


Entre el amor y el odio no hay mucha diferencia ambos se hacen con mucha fuerza, pero el rencor siempre queda grabado y el amor perdura para borrarlo.


Cambia el odio por amor y vivirás una vida mejor.


 

 

 

 



CÓMO DEJAR ATRÁS EL RENCOR


El rencor es un sentimiento desagradable, triste y, sobre todo, injusto. Surge después de que nos hayamos sentido heridos a manos de alguien y vive en nosotros, manteniendo el dolor en el tiempo, cuando quizás quien nos hirió esté tranquilo y sin acordarse de la ofensa.

¿No es injusto que perviva el sufrimiento en el alma por tiempo indefinido?

El rencor nace tras el dolor para que éste no caiga en el olvido. Puede incluso intensificarlo y servir de excusa a la venganza, que llega para compensar tanto sufrimiento.

¿Lo compensa?

¿Compensa ver sufrir a quien nos hizo sufrir? Hay que ver cómo corroe el alma el sufrimiento…

No tenemos porqué sufrir más de lo que sufrimos la primera vez ni porqué cederle nuestro valioso tiempo de vida al resentimiento. Guardar rencor es guardar dolor y hoy atisbaremos el camino para liberarnos de él.

dejar-el-rencor

Veamos los 8 consejos para dejar de guardar rencor que aparecen en PsychCentral:

1. Conocer el problema: Obviamente, el primer paso para resolver una situación es conocerla y reconocerla, analizarla. ¿Qué es exactamente lo que nos hace seguir guardando rencor?

2. Dejar salir esos sentimientos: Compartirlos. Hablar del daño con la persona que lo provocó y, si no es posible, con otra persona que esté dispuesta a escucharnos. Abrir la ventana para que se refresque un poco el alma…

3. Empatía: En la medida de lo posible, intentar ponerse en el lugar de quien nos hirió. No para justificarlo, sino para comprenderlo.

4. Aceptación: Uno ha de curarse. No importa si quien nos hirió ni se acuerda de que lo hizo o si, por el contrario, vive con el remordimiento a cuestas. Importa lo que está en nuestra mano, que es lo que sentimos nosotros. Tanto si nos piden disculpas como si no; si nos dan una explicación como si se la guardan. Nuestra decisión de curarnos no estará condicionada por lo que la otra persona haga al respecto..

5. Dejar de recrearse en el dolor: Una vez que se ha decidido seguir adelante y curarse, no hay que remover la herida ni escarbar. (Lo mismo que con una herida física.) Si aparece el asunto en una conversación, por ejemplo, lo sano es cambiar de tema.

6. Quedarse con lo positivo: Incluso de las experiencias más desgarradoras puede sacarse algo bueno. Si se trata de un aprendizaje, ya ha habido un beneficio, que en este caso nos ayudará a comprender mejor otras situaciones en un futuro. Esta actitud también ayuda a liberarse del resentimiento, pudiendo llegar al siguiente paso…

7. Dejar marchar el dolor: Cuanto más tiempo esté el rencor en nuestra alma, más difícil es el perdón. El rencor nos priva de momentos de felicidad, de paz interior y, por el contrario, puede generar un desasosiego que no le haga ningún bien a nuestra salud. Si ya sufrimos en el pasado, ¿por qué tenemos que seguir haciéndolo? Ésa es la mejor razón para abrirle definitivamente la puerta de salida al rencor.

8. Perdonar: Perdonar no es lo mismo que olvidar. Si llevamos a cuestas un dolor muy intenso, no lo olvidaremos fácilmente pero el tiempo ayudará a que la herida cicatrice. Perdonar consiste en dejar de pensar en el daño que nos hizo otro. Nadie es perfecto y otras personas tendrán que hacer esto mismo por nosotros: olvidar la ofensa, sanarse, caminar en paz.

Me quedo con la última fase: el perdón. Y sigo pensando que todos tenemos algo que perdonar y por lo que ser perdonados. Dejar de pensar en el dolor para que, poco a poco, la paz nos ilumine. Así es como el rencor desaparece.




RENCOR.



En el principio de los tiempos cuando nada era lo que hoy mismo es, en esas épocas oscuras en que los seres humanos ni siquiera éramos soñados, vivían y moraban en la tierra todos los sentimientos y pasiones.
Esta es la historia de uno de ellos, llamado Rencor.
Rencor creció como todos, en una familia normal y sin muchas preocupaciones, pero al alcanzar la adolescencia comenzó su particular martirio por el cual hoy en día es conocido.
Sucedió una noche en aquellas famosas reuniones que se daban entre los sentimientos en las que casi todos se iban más confundidos de lo que llegaban, que Rencor conoció a una hermosa dama llamada Desprecio.
Desprecio era tan hermosa como fría en su corazón y no solo menospreciaba a la gente sino que le gustaba burlarse de ellos.
No paso más que un instante, para que Rencor supiera en lo más íntimo de sí, que amaba con locura a aquella dama tan fría...
Pero para su sorpresa fue aún mayor cuando Desprecio empezó a insinuarse y coquetearle de manera poco sutil.
Así comenzó un fugaz pero intenso romance lleno de entrega y ardor por un lado, pero frío y calculador del otro.
Como solía hacer con las victimas de sus juegos Desprecio jugaba cruelmente con Rencor quien por el contrario de darse cuenta, cada día arraigaba en su corazón un amor más profundo hacia ella.
Pero llego el día en que Desprecio se aburrió de jugar con Rencor y sin mediar discusión ni excusa aparto de su lado al pobre amante desdichado.
Desde ese día Rencor lloro lagrimas de sangre, sufriendo como nunca había sentido, por el amor que había en su corazón.
Pensó que con el tiempo el dolor iría desvaneciéndose, pero pasaron semanas, tal vez meses y su angustiado corazón no le daba tregua y sus húmedos ojos eran testigos de sus lágrimas.
Cierto día cuando el dolor se hacia fuerte en sus entrañas, Rencor desesperado tomo su daga compañera y la hundió en su propio pecho, con la esperanza de extraer del interior de su corazón, ese amor hecho dolor y poder olvidar a su amada.
Obviamente Rencor no murió, porque aun sigue entre nosotros.
Y a pesar de sus intentos, guarda en su interior a Desprecio.




10 BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR EL RENCOR
.
Si en vez de seguir alimentando emociones negativas
decides dar un giro positivo a tu vida, recuerda que:

1- Si pierdes tiempo en odiar a otro,
estás quitándote el poco tiempo de vida que tienes,
podrías dedicar hacer todo tipo de cosas positivas, creativas y placenteras.

2- Le estás dando mas importancia a otra persona que a ti
Amáte y deja que aquel que te defraudó siga su camino,
no te ates con un sentimiento negativo.
 
3- Acepta el rencor como un aspecto negativo de tu personalidad.
Cada vez que sientas rencor, cambia esa palabra por amor
y di...siento amor por (nombre).
Con el tiempo el subconsciente tomará nota y el rencor desaparecerá,
dejándolo libre de ese sentimiento.

4- Perdónate a ti mismo/ma por lo que creas que debe perdonarse.

5- Si tienes ocasión expresa el enfado a quien te lo causó,
aunque esto signifique una ruptura.
La autenticidad del enfado es la clave.
.
6- Acepta que te han hecho daño.
Muchas veces, el rencor desaparece cuando nos damos cuenta
de que hemos sido víctima de alguien sin escrúpulos.
 
7- El campo de la mentes es aquello en lo que pensamos.
Dibuja un círculo y sombrea que cantidad de pensamiento “gastas” cada día
en sentir rencor por otra persona.
Eso es energía psíquica desperdiciada en algo inútil
y si la gastas de esa forma no te quedarán fuerzas para mover tu mente
en cosas positivas y útiles.

8- Un hecho crucial, perdona a quien te ha hecho daño.
Tu te has quitado un enemigo que invade tu espacio en todo momento
amargándote la vida. Déjalo ir de tu mente y olvídalo para siempre.

9- Deja de compararte con los demás.
Siempre habrá alguien peor o mejor que nosotros.
Recuerda que tu eres “único/ca” y que el rencor y la envidia son hermanos.

10- Repite incansablemente todo el día la palabra “AMOR”
experimenta y contagia a todos; conocidos y desconocidos.

“Perdonar es el valor de los valientes,
sólo aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa,
sabe amar”.
Mahatma Gandhi.

EGO CONTRA AUTOESTIMA. ECKART TOLLE

 

Que la gracia y la paz de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo este con todos vosotros.