FUERZA EN DEBILIDAD
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1 Corintios 26-29.- Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no
sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni
muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado
escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de
que nadie se jacte en su presencia.
Es impresionante pensar que esta palabra de Dios se cumple en su
mismo hijo, Jesús, quien nació en un humilde pesebre, su padre
terrenal era carpintero que junto a María, su madre no tenían
más posiciones importantes que su fe en Dios y peor aún cuando
se vieron forzados a huir a un país extranjero por la matanza de
los niños menores de dos años. Al pasar el tiempo retornaron a
Galilea y cuando Jesús tenía más o menos treinta años, acudido
al llamado que tenía desde su nacimiento.
Al caminar halló a un hombre llamado Juan El Bautista quien
dedicó su vida a pregonar la llegada del Mesías Salvador,
bautizando a las orillas del mar. Jesús fue bautizado en agua
por este hombre para luego ser guiado por el Poder Espíritu
Santo a un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches en el
desierto. Luego de este tiempo, comenzó llamando a uno de sus
discípulos, Simón quien después sería denominado Pedro, junto a
su hermano Andrés, decidieron seguir a Jesús dejando todo atrás.
Luego fue llamando al resto de sus discípulos, bajo la misma
condición.
Mateo 8:20.-
Pero Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde
posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”.
casi al final del ministerio de Jesús,
Dios dejó que el mundo viera su momento más débil, cuando
permitió que lo golpearan, lo maltrataran y lo crucificaran. El
momento más débil de Jesús, fue el momento más fuerte de Dios,
su victoria fue tan grande que derrotó a la muerte para siempre
y venció definitivamente al diablo. De igual forma, el mismo
Dios quiere transformar tus momentos débiles, en los más fuertes
de tu vida. Esos tiempos de aparente fracaso en una victoria
resonante.
1 Corintio 1:25.- Porque lo insensato de Dios es más sabio que los
hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Todos tenemos un debilidad, todos tenemos momentos de flaqueza
que no podemos vencer por nosotros mismos, pero con la fuerza de
Dios, podremos ser más que vencedores.
2 Corintios 12:10.- Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Tu debilidad en las manos de Dios es tu fortaleza, solamente
tienes que seguir a Jesús sin aferrarte a más posiciones que tu
fe en Dios.
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