“Huyan de la fornicación”

 

 

 

En Audio



“Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo (...) en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría.” (COLOSENSES 3:5.)


¿Qué planes hizo Balaam para perjudicar al pueblo de Jehová?


EL PESCADOR acude a su lugar preferido en busca de cierta clase de pez. Selecciona detenidamente la carnada, o cebo, y lanza el hilo al agua. Al rato, viendo que la línea se tensa y la caña se dobla, enrolla el carrete y saca su captura. Todo sonriente, se felicita por haber elegido el señuelo adecuado.


Pues bien, en el año 1473 antes de nuestra era, hubo un hombre que también eligió con cuidado un cebo, pero no para peces. Se llamaba Balaam, y su objetivo era que mordiera el anzuelo el pueblo de Dios, que tenía su campamento en las llanuras de Moab, justo en la frontera con la Tierra Prometida. Aunque pretendía ser profeta de Jehová, no era más que un codicioso farsante al que habían contratado para maldecir a los israelitas. Se sentía frustrado, pues Jehová no solo se lo había impedido, sino que le había obligado a bendecirlos. Pero Balaam, pensando en la paga, no se dio por vencido. Razonó que, si conseguía que cometieran un pecado grave, Dios mismo terminaría maldiciéndolos. ¿Qué señuelo utilizaría? Las atractivas jóvenes de Moab.

 

 (Números 22:1-7; Entonces los hijos de Israel partieron y acamparon en las llanuras desérticas de Moab, al otro lado del Jordán desde Jericó. 2 Y Balac hijo de Zipor llegó a ver todo lo que Israel había hecho a los amorreos. 3 Y Moab se atemorizó mucho del pueblo, porque era numeroso; y Moab empezó a sentir un pavor morboso a causa de los hijos de Israel. 4 Y Moab procedió a decir a los ancianos de Madián: “Ahora esta* congregación lamerá todos nuestros alrededores como el toro que lame el producto verde del campo”.
Y Balac hijo de Zipor era rey de Moab en aquel tiempo en particular. 5 Entonces él envió mensajeros a Balaam hijo de Beor en Petor, que está junto al Río* de la tierra de los hijos de su pueblo, para llamarlo, diciendo: “¡Mira! Un pueblo ha salido de Egipto. ¡Mira! Han cubierto la tierra hasta donde se alcanza a ver, y están morando directamente enfrente de mí. 6 Y ahora dígnate venir, por favor; de veras maldíceme a este pueblo, porque es más poderoso que yo. Quizás pueda herirlo y pueda expulsarlo del país; porque bien sé yo que aquel a quien tú bendices es bendito y aquel a quien tú maldices es maldito”.
7 De modo que los ancianos de Moab y los ancianos de Madián viajaron con los pagos por adivinación+ en las manos y fueron a Balaam y le hablaron las palabras de Balac.

 

 

31:15, 16; De modo que Moisés les dijo: “¿Han conservado viva a toda hembra? ¡Miren! Ellas son las que, por la palabra de Balaam, sirvieron para inducir a los hijos de Israel a cometer infidelidad para con Jehová tocante al asunto de Peor, de modo que vino el azote sobre la asamblea de Jehová.

 

  Revelación 2:14). ”’No obstante, tengo contra ti unas cuantas cosas: que tienes allí a los que tienen firmemente asida la enseñanza de Balaam, el cual anduvo enseñando a Balac a poner un tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a ídolos y a cometer fornicación.


¿Hasta qué punto funcionó la trampa de Balaam?


¿Qué tal funcionó la trampa? Bastante bien, pues miles cedieron a la tentación y “tuvieron relaciones inmorales  con las hijas de Moab”. Hasta llegaron a dar culto a los dioses moabitas, entre ellos el Baal de Peor, repugnante dios de la fertilidad o, en resumidas cuentas, del sexo. Como castigo, 24.000 hombres perdieron la vida a las puertas de la Tierra Prometida. ¡Qué tragedia!

 

 (Números 25:1-9.) Ahora bien, Israel estaba morando en Sitim. Entonces el pueblo comenzó a tener relaciones inmorales con las hijas de Moab. Y las mujeres venían llamando al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo empezó a comer y a inclinarse ante los dioses de ellas. De modo que Israel se apegó al Baal de Peor; y la cólera de Jehová empezó a encenderse contra Israel. Por lo tanto, Jehová dijo a Moisés: “Toma a todos los que son cabezas del pueblo y expónlos a Jehová hacia el sol, para que la ardiente cólera de Jehová se vuelva de contra Israel”. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: “Maten cada uno de ustedes a sus hombres que tienen apego al Baal de Peor”.
Pero, ¡mire!, un hombre de los hijos de Israel vino, y estaba haciendo que se acercara a sus hermanos una madianita, ante los ojos de Moisés y ante los ojos de toda la asamblea de los hijos de Israel, mientras ellos se hallaban llorando a la entrada de la tienda de reunión. Cuando Finehás hijo de Eleazar hijo de Aarón el sacerdote alcanzó a ver esto, en seguida se levantó de en medio de la asamblea y tomó una lanza en la mano. Entonces fue tras el hombre de Israel dentro de la tienda abovedada* y traspasó a ambos, al hombre de Israel y a la mujer, por sus partes genitales. Con eso se detuvo el azote de sobre los hijos de Israel. Y los que murieron del azote ascendieron a veinticuatro mil.


¿Por qué cayeron en la inmoralidad miles de israelitas?


¿Qué había contribuido a ese terrible desenlace? La condición de corazón de muchos israelitas. Desarrollaron malas actitudes por haberse ido alejando de Jehová, sin recordar todo lo que él había hecho por ellos: liberarlos de Egipto, alimentarlos en el desierto y conducirlos sanos y salvos hasta la Tierra Prometida.

 

(Hebreos 3:12). Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo.

 

El apóstol Pablo tuvo presente esa catástrofe cuando escribió: “Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un solo día” (1 Corintios 10:8).


¿Cómo nos ayuda el relato del pecado de Israel en las llanuras de Moab?


Los siervos de Dios de la actualidad nos encontramos en una situación muy semejante a la que se describe en Números. Para empezar, nos hallamos a las puertas de una  Tierra Prometida, solo que muchísimo mayor.

 

(1 Corintios 10:11). Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.

 

Nos enfrentamos a un mundo cuya obsesión por el sexo es como la de los moabitas, pero a mayor escala. Además, el lazo principal en que cayeron los israelitas, la inmoralidad, es el mismo que atrapa todos los años a miles de cristianos.

 

(2 Corintios 2:11). para que no seamos alcanzados por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus designios.

 

Y a imitación de Zimrí, quien tuvo la desfachatez de pasearse con una madianita por el campamento de Israel e introducirla en su propia tienda, algunos han sido una influencia corruptora en la congregación cristiana.

 

(Números 25:6, Pero, ¡mire!, un hombre de los hijos de Israel vino, y estaba haciendo que se acercara a sus hermanos una madianita, ante los ojos de Moisés y ante los ojos de toda la asamblea de los hijos de Israel, mientras ellos se hallaban llorando a la entrada de la tienda de reunión.

 

14; A propósito, el nombre del hombre israelita mortalmente herido que fue herido mortalmente con la madianita era Zimrí hijo de Salu, un principal de la casa paterna de los simeonitas.

 

Judas 4). Mi razón es que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.
 

Preguntémonos: “¿Me veo yo en las ‘llanuras de Moab’ actuales? ¿Diviso en el horizonte el premio tan esperado, el nuevo mundo?”. Si así es, hagamos todo lo posible por mantenernos en el amor de Dios obedeciendo el mandato: “Huyan de la fornicación”

 

(1 Corintios 6:18). Huyan de la fornicación. Todo otro pecado que el hombre cometa está fuera de su cuerpo, pero el que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.
 

¿QUÉ ES LA FORNICACIÓN?.

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¿Qué abarca en la Biblia la fornicación, y de qué forma cosechan lo que han sembrado las personas que la practican?


En la Biblia, el término fornicación (en griego pornéia) designa todas las clases de relaciones sexuales ilícitas, es decir, las que tienen lugar fuera del marco de un matrimonio válido a los ojos de Dios. Abarca tanto el adulterio como los actos sexuales entre un hombre y una mujer solteros, o con una persona dedicada a la prostitución. Practicar el coito oral o anal con alguien con quien no se está casado, o manipularle los genitales, también es fornicación. Y la situación no cambia si en los actos antes indicados interviene alguien del mismo sexo o incluso un animal.


Las Escrituras son muy claras: quienes practican la fornicación no recibirán la vida eterna.

 

(1 Corintios 6:9; ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres.

 

Revelación 22:15). Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa en ella.’

 

Aun hoy, van a cosechar muchos problemas. Para empezar, no pueden permanecer en la congregación. En muchos casos no solo pierden la tranquilidad de conciencia, la dignidad personal y la confianza de los demás, sino que se enfrentan a discusiones matrimoniales, embarazos no deseados, enfermedades venéreas e incluso la muerte.

 

(Gálatas 6:7, 8). No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará; porque el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna.

 

¿Valdrá la pena emprender un camino de tanto sufrimiento? Lamentablemente, muchos no piensan en las consecuencias al dar los primeros pasos, uno de los cuales suele ser la pornografía.


LA PORNOGRAFÍA: PRIMER PASO A LA FORNICACIÓN

 


¿Es la pornografía inofensiva, como dicen algunos? Explique su respuesta.


En muchos países, la pornografía aparece por todos lados: en los puestos de revistas, las canciones, los programas de televisión y en millones de páginas de Internet. ¿Se trata de picardía inofensiva, como dicen algunos? De ningún modo. Quienes recurren a ella pueden hundirse en el vicio de la masturbación y alimentar “apetitos sexuales vergonzosos”. En último término, pudieran volverse adictos al sexo, abrigar deseos pervertidos, sufrir discordias maritales, e incluso llegar al divorcio.

 

(Romanos 1:24-27; Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que sus cuerpos fueran deshonrados entre sí, hasta a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, que es bendito para siempre. Amén. Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza; y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error.

 

Efesios 4:19). Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez.

 

Según una autoridad en la materia, la adicción al sexo es como el cáncer: 

 

“No deja de crecer y de extenderse, rara vez retrocede, y es muy difícil tratarla y erradicarla”.

Es prudente limitar el uso de Internet a una zona pública del hogar


¿Cómo podemos aplicar el principio de Santiago 1:14, 15? 

 

Hay que tener muy presentes las palabras de. 

 

Santiago 1:14, 15: “Cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte”.

 

Para evitar que esto suceda, ¿qué debemos hacer cuando nos vengan malos deseos? Tomar medidas inmediatas y sacárnoslos de la mente. Por ejemplo, si nos encontramos con imágenes eróticas, ¿qué haremos? Rápidamente, apartar la mirada, apagar la computadora, cambiar de canal de televisión... Lo que sea, con tal de impedir que los deseos inmorales nos consuman y acaben dominándonos.

 

Mateo 5:29, 30). Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio+ con ella en su corazón. Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena.


Cuando nos asalten malos deseos, ¿cómo demostraremos confianza en Jehová?.


Jehová nos conoce mucho mejor que nosotros mismos. Con buenas razones, nos pide:

 

“Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial  y codicia, que es idolatría” (Colosenses 3:5).

 

Ciertamente, no es fácil alcanzar ese grado de control. Pero contamos con la ayuda de nuestro paciente y amoroso Padre celestial.

 

 (Salmo 68:19). Bendito sea Jehová, que diariamente nos lleva la carga, el Dios verdadero de nuestra salvación.

 

Por eso, cada vez que nos asalten malos deseos, acudamos sin dilación a él, rogándole que nos dé “poder más allá de lo normal”, y esforcémonos por desviar nuestro pensamiento hacia otros asuntos

 

(2 Corintios 4:7; Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros

 

1 Corintios 9:27; Antes bien, aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo.
 

¿Qué es el “corazón”, y por qué tenemos que protegerlo?.


El sabio Salomón nos exhorta:
“Más que todo, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida” (Proverbios 4:23).

 

¿Qué es el “corazón” que debemos proteger? La persona interior, lo que somos realmente a los ojos de Dios. Y es justo eso, lo que Jehová ve en el “corazón” —y no la apariencia que proyectamos—, lo que va a determinar si recibiremos la vida eterna. Así de sencillo, y así de serio. A fin de proteger el corazón, imitemos al fiel Job, quien hizo con sus ojos el compromiso solemne de nunca mirar indecentemente a ninguna mujer.

 

(Job 31:1). ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?

 

Como el salmista, oremos a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37).


 SACANDO FUERZAS PARA MANTENERSE PURO


“En la adolescencia caí en un círculo vicioso: veía pornografía y me masturbaba —explica un hombre joven—. Mis compañeros de estudios opinaban que eso era de lo más normal. Sin embargo, a mí me manchó la conciencia y me arrastró a una vida inmoral. Con el tiempo comprendí que era un esclavo de mis deseos. Pero logré superar esos vicios con la ayuda de Jehová y la congregación. Ahora no me junto con cualquiera; ya sé muy bien cuánto influyen en uno las compañías. Pienso que, para no volver a las andadas, es fundamental ser muy constante en la oración y el estudio de la Biblia. Ya no vivo esclavo a los deseos de la carne y tengo el privilegio de ser precursor regular.”


LA MALA DECISIÓN DE DINA


¿Quién era Dina, y por qué fue imprudente su selección de amistades?.


Como vimos en el capítulo 3, las amistades ejercen una gran influencia, sea para bien o para mal.

 

(Proverbios 13:20; El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.

 

1 Corintios 15:33). No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.

 

Así lo muestra el ejemplo de Dina, hija del patriarca Jacob.

 

(Génesis 34:1). Ahora bien, solía salir Dina la hija de Lea, que esta le había dado a luz a Jacob, para ver a las hijas del país.

 

Aunque había recibido una buena crianza, cometió la imprudencia de buscar amigas entre las jóvenes de Canaán, pueblo que, como Moab, era famoso por su inmoralidad. (Levítico 18: 6-25). 

 

Por eso, ¿qué pensaría cualquier hombre de la zona al ver a Dina? Que era una presa fácil para ellos. Y Siquem, “el más honorable de toda la casa de su padre”, no fue la excepción.

 

(Génesis 34:18, 19). Y sus palabras parecieron buenas a los ojos de Hamor y a los ojos de Siquem, el hijo de Hamor, y el joven no tardó en ejecutar la condición, porque de veras se deleitaba en la hija de Jacob, y él era el más honorable de toda la casa de su padre.


¿Qué trágicos resultados tuvo la mala decisión de Dina?


Con el tiempo, Dina conoció a Siquem. Probablemente, ella no pretendía tener relaciones sexuales. Pero Siquem sí. Un día, al sentirse excitado, actuó como lo hubieran hecho la mayoría de los cananeos: sin importarle que la joven se resistiera, “la tomó” y “la violó”. Más tarde “se enamoró” de ella, pero eso no cambió en nada el abuso cometido.

 

(Génesis 34:1-4). Ahora bien, solía salir Dina la hija de Lea, que esta le había dado a luz a Jacob, para ver a las hijas del país. Y llegó a verla Siquem el hijo de Hamor el heveo, un principal del país, y entonces la tomó y se acostó con ella y la violó. Y su alma empezó a adherirse a Dina la hija de Jacob, y se enamoró de la joven, y hablaba persuasivamente a la joven. Por fin Siquem dijo a Hamor su padre: “Consígueme a esta jovencilla por esposa”.

 

Y Dina no fue la única perjudicada, pues su mala elección de compañías desencadenó una serie de sucesos que sumió a toda su familia en el dolor y el descrédito.

 

(Génesis 34:7, Y los hijos de Jacob volvieron del campo tan pronto como oyeron de ello; y quedaron los hombres heridos en su sensibilidad, y se encolerizaron mucho, porque él había cometido una locura deshonrosa contra Israel al acostarse con la hija de Jacob, cuando no se debía hacer cosa semejante.

 

25-31; Sin embargo, aconteció que al tercer día, cuando se hallaban adoloridos, los dos hijos de Jacob: Simeón y Leví, hermanos de Dina, procedieron a tomar cada uno su espada y a ir insospechadamente a la ciudad y a matar a todo varón. Y a Hamor y a Siquem su hijo mataron a filo de espada. Entonces tomaron a Dina de la casa de Siquem y se salieron. Los otros hijos de Jacob atacaron a los hombres mortalmente heridos y se pusieron a saquear la ciudad, porque habían contaminado a su hermana. Tomaron sus rebaños y sus vacadas y sus asnos y lo que había en la ciudad y lo que había en el campo. Y todos sus medios de mantenimiento y todos sus niñitos y sus esposas se los llevaron cautivos, de modo que saquearon todo lo que había en las casas. Ante aquello, Jacob dijo a Simeón y a Leví: “Me han acarreado extrañamiento, haciendo de mí un hedor a los habitantes del país, para los cananeos y los perizitas; mientras que yo soy pocos en número, y ellos ciertamente se reunirán contra mí y me asaltarán y tendré que ser aniquilado, yo y mi casa”. A su vez, ellos dijeron: “¿Había alguien de tratar a nuestra hermana como a una prostituta?”.

 

Gálatas 6:7, 8). No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará; porque el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna.


¿Cómo conseguimos la verdadera sabiduría? (Véase,
*“Textos para meditar”.)


Puede que Dina extrajera una importante lección,  pero a las malas. Ahora bien, nosotros no tenemos que aprender así. Amamos a Jehová, y por eso hacemos caso de sus consejos, entre ellos, el de “[andar] con personas sabias”

 

(Proverbios 13:20). El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.

 

Si obedecemos siempre a Dios, llegaremos a comprender cuál es el buen camino, “el derrotero ... de lo que es bueno”, y nos ahorraremos muchos problemas

 

(Proverbios 2:6-9; Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. Y para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo, mediante la observación de las sendas del juicio, y él guardará el mismísimo camino de los que le son leales. En tal caso entenderás justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno.

 

Salmo 1:1-3). Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado.
Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová,
y día y noche lee en su ley en voz baja.
Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua,
que da su propio fruto en su estación
y cuyo follaje no se marchita,
y todo lo que haga tendrá éxito.


En efecto, Dios ofrece sabiduría a todos los que la desean. Pero para conseguirla, hay que orar y estudiar la Biblia.

 

(Mateo 24:45 - 47; ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.

 

Santiago 1:5). Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.

 

Además, es preciso ser humildes y aceptar los consejos de las Escrituras.

 

(2 Reyes 22:18, 19). Y en cuanto al rey de Judá que los envía a inquirir de Jehová, esto es lo que deben decirle: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “En cuanto a las palabras que has oído: por razón de que tu corazón estuvo blando, de manera que te humillaste a causa de Jehová al oír lo que he hablado contra este lugar y sus habitantes para que llegue a ser objeto de pasmo e invocación de mal, y entonces rasgaste tus prendas de vestir y te pusiste a llorar delante de mí, yo, sí, yo, he oído es la expresión de Jehová.
 

Para ilustrar este punto, pensemos en lo siguiente. Seguramente todos reconocemos que el corazón es traicionero y desesperado.

 

(Jeremías 17:9). ”El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo?.

 

Pero a la hora de la verdad, cuando tenemos que recibir consejos directos y ayuda amorosa, ¿somos humildes y los aceptamos, o dejamos que el corazón nos engañe?.


¿A qué situación pueden enfrentarse un padre y su hija, y cómo podría él razonar con ella?.


Imaginemos la siguiente situación: un padre no permite que su hija salga con un joven cristiano, a menos que vayan acompañados. Ella replica: “Pero, papá, ¿es que no confías en mí? ¡No vamos a hacer nada malo!”. Sin duda, la joven ama a Jehová y tiene las mejores intenciones, pero ¿diríamos que “anda con [verdadera] sabiduría” y está “huyendo de la fornicación”? ¿O pensaríamos que imprudentemente “confía en su propio corazón”?

 

(Proverbios 28:26.) El que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará.
 

Y seguro nos vienen a la mente otros principios que ayudarían al padre a razonar con su hija sobre este asunto.

 

Proverbios 22:3; Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.

 

Mateo 6:13; Y no nos dejes caer el la tentación mal líbranos del mal.

 

26:41). Manténganse alerta y oren de continuo, para que no entren en tentación. El espíritu, por supuesto, está pronto, pero la carne es débil”.
 

 ¿CÓMO PUEDO LIBRARME DE UN VICIO?
 


Principio: 
“Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo” (Salmo 97:10).


Preguntas para meditar.


¿Evito las situaciones que despiertan en mí malos pensamientos?

 

(Mateo 5:27, 28.) Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena.


¿Reflexiono en las consecuencias de dejarse llevar por los malos deseos?.

 

 (Proverbios 22:3.) Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.


¿Qué pasos concretos estoy decidido a dar para librarme del vicio?.

 

(Mateo 5:29, 30.) Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.
 

¿Estoy dispuesto a hablar de mi problema con mi padre, mi madre o algún hermano espiritual maduro?.

 

(Proverbios 1:8, 9; Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. Porque son una guirnalda de atracción a tu cabeza y un collar fino a tu garganta.

 

Gálatas 6:1, 2.) Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado. Sigan llevando las cargas.

¿Cómo demostraré que confío en que Jehová me dará fuerzas y sabiduría para vencer?.

 

(Proverbios 3:5, 6; Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.

 

Santiago 1:5 - 6.) Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada. Pero que siga pidiendo con fe, sin duda nada.


JOSÉ HUYÓ DE LA FORNICACIÓN.


¿A qué tentación se enfrentó José, y cómo manejó la situación?.


Contamos con el excelente ejemplo de un joven que amaba a Dios y supo huir de la fornicación. Se trata de José, hermano de Dina por parte de padre.

 

(Génesis 30:20-24). Entonces dijo Lea: “Dios me ha dotado a mí, sí, a mí, con una buena dote. Por fin me tolerará mi esposo, porque le he dado a luz seis hijos”. De modo que lo llamó por nombre Zabulón. Y después dio a luz una hija y entonces la llamó por nombre Dina. Por fin Dios se acordó de Raquel, y Dios la oyó y le respondió, por cuanto le abrió la matriz. Y ella quedó encinta y dio a luz un hijo. Entonces dijo: “¡Dios ha quitado mi oprobio!”. De modo que lo llamó por nombre José, diciendo: “Jehová me añade otro hijo”.

 

De pequeño, había visto los terribles resultados de la imprudencia de su hermana. Sin duda, esos recuerdos, así como el firme deseo de mantenerse en el amor de Dios, lo protegieron años después, cuando era esclavo en Egipto y la esposa de su amo intentaba “día tras día” seducirlo.  Siendo un esclavo, no podía renunciar a su cargo e irse. No tenía más remedio que armarse de valor y afrontar con sabiduría la situación. Y así lo hizo, negándose vez tras vez a acceder a los deseos de aquella mujer y, finalmente, huyendo de su presencia.

 

(Génesis 39:7-12). Ahora bien, después de estas cosas aconteció que la esposa de su amo empezó a alzar los ojos hacia José y a decir: “Acuéstate conmigo”. Pero él rehusaba, y decía a la esposa de su amo: “Mira que mi amo ignora lo que está conmigo en la casa, y todo lo que tiene lo ha dado en mi mano. No hay nadie mayor que yo en esta casa, y él no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. Resultó, pues, que al hablar ella a José día tras día, él no la escuchó para acostarse a su lado, para continuar con ella. Pero sucedió que en este día, como en otros días, él entró en la casa para atender a su negocio, y no había ninguno de los hombres de la casa allí en la casa. Entonces ella se agarró de él por su prenda de vestir, y dijo: “¡Acuéstate conmigo!”. Pero él dejó su prenda de vestir en la mano de ella y echó a huir y salió afuera.


Reflexionemos por un momento: ¿habría logrado mantenerse firme si se hubiera pasado los días pensando en la señora, o entregándose con la imaginación a fantasías sexuales? Difícilmente. Además de negarse a abrigar pensamientos impuros, José daba gran valor a su relación con Jehová. Así lo indicó cuando dijo a la mujer de Potifar:
“Mi amo [...] no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:8, 9).


¿De qué se encargó Jehová en el caso de José?.


¡Qué contento tuvo que sentirse Jehová al ver que José, pese a vivir lejos de su familia, seguía fiel día tras día!.

 

(Proverbios 27:11.) Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.
 

Más tarde, José fue encarcelado, pero Jehová se encargó de que saliera en libertad y se convirtiera en primer ministro y administrador de víveres de todo Egipto.

 

 (Génesis 41:39-49). Después Faraón dijo a José: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto,+ no hay nadie tan discreto y sabio como tú. Tú estarás personalmente sobre mi casa, y todo mi pueblo te obedecerá sin reserva. Solo en cuanto al trono seré yo más grande que tú”. Y añadió Faraón a José: “Mira, de veras te coloco sobre toda la tierra de Egipto”. Con eso se quitó Faraón su anillo de sellar de su propia mano y lo puso en la mano de José, y lo vistió con prendas de vestir de lino fino y le colocó un collar de oro alrededor del cuello. Además, hizo que fuera montado en el segundo carro de honor que tenía, para que clamaran delante de él: “¡Avrekj!”, y así lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
Y Faraón dijo además a José: “Yo soy Faraón, pero sin autorización tuya no podrá hombre alguno alzar la mano ni el pie en toda la tierra de Egipto”. Después de aquello Faraón llamó a José por nombre Zafenat-panéah, y le dio por esposa a Asenat la hija de Potifera el sacerdote de On. Y José empezó a salir por toda la tierra de Egipto. Y José tenía treinta años de edad cuando estuvo de pie delante de Faraón el rey de Egipto.
Entonces José salió de delante de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto. Y durante los siete años de abundancia la tierra siguió produciendo a manos llenas. Y él siguió juntando todos los víveres de los siete años que vinieron sobre la tierra de Egipto, y ponía los víveres en las ciudades. Los productos alimenticios del campo circundante a una ciudad, los ponía en medio de ella. Y José continuó amontonando grano en grandísima cantidad, como la arena del mar, hasta que por fin cesaron de contarlo, porque era sin número.

 

Su experiencia confirma las palabras de Salmo 97:10: “Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de los que le son leales; de la mano de los inicuos los libra”.

¿Cómo demostró un joven africano que era fiel a sus principios?.


Como José, miles de cristianos obedecen hoy el mandato:
“Odien lo que es malo, y amen lo que es bueno” (Amós 5:15).

 

Por ejemplo, un joven africano cuenta que una compañera de estudios tuvo la desvergüenza de ofrecerle favores sexuales si le daba las respuestas durante un examen de matemáticas. “Me negué de plano —explica—. Al mantenerme fiel a mis principios, no perdí mi dignidad, que para mí vale más que todo el oro del mundo.” Es cierto que uno pudiera “disfrutar temporalmente del pecado”, pero, por lo general, esas alegrías pasajeras no traen más que disgustos.

 

(Hebreos 11:25). Escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado.

 

Además, no tienen ni punto de comparación con la felicidad eterna que conseguiremos obedeciendo a Jehová.

 

 (Proverbios 10:22).  La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.


AYUDA DEL PADRE DE MISERICORDIA


¿Por qué decimos que la situación de quien ha cometido un pecado grave no es irremediable?  ¿De qué ayuda dispone quien ha pecado?.


Como todos somos imperfectos, tenemos que luchar para reprimir nuestros malos deseos y hacer lo que Dios nos pide.

 

(Romanos 7: 21-25). Hallo, pues, esta ley en el caso mío: que cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo. Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Hombre desdichado que soy! ¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta muerte? ¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor! Así pues, con mi mente yo mismo soy esclavo a la ley de Dios, pero con mi carne a la ley del pecado.

 

Jehová lo sabe, pues “se acuerda de que somos polvo”.

 

(Salmo 103:14). Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.
 

Pero ¿y si llegamos a cometer un pecado grave? ¿Ya no hay remedio? De ningún modo. Es cierto que pudiéramos cosechar amargos frutos, como le ocurrió al rey David. No obstante, Dios siempre está “listo para perdonar [nos]” si nos arrepentimos y “conf[esamos] abiertamente [los] pecados”.

 

(Salmo 86:5; Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante.
 

Santiago 5:16; Por lo tanto, confiesen abiertamente sus pecados unos a otros y oren unos por otros, para que sean sanados. El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor.

 

Proverbios 28:13). El que encubre sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que las confiesa y las deja se le mostrará misericordia.


Además, en la congregación contamos con una amorosa ayuda de Jehová: “dádivas en la forma de hombres”, pastores maduros que están listos para darnos asistencia y quieren hacerlo.

 

(Efesios 4:8, Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas en hombres”.

 

12; Con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo.

 

Santiago 5:14, 15). ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a sí a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará.

 

Si hemos pecado, nos ayudarán a fortalecer nuestra relación con Dios y a dar un paso que contribuirá a que no reincidamos. ¿Cuál? “Adqui[rir] corazón.”

 

(Proverbios 15:32.) Cualquiera que esquiva la disciplina rechaza su propia alma, pero el que escucha la censura adquiere corazón.

 

¿Cómo aplicamos este consejo?.


¿CÓMO SE “ADQUIERE CORAZÓN”?.


¿De qué manera demostró el joven de Proverbios 7:6-23 que era “falto de corazón”? b) ¿Cómo se “adquiere corazón”?.

 

La Biblia habla, por un lado, del hombre “falto de corazón”, y por otro, del que “adquiere corazón”

 

(Proverbios 7:7). Para poder atisbar a los inexpertos. Estaba interesado en discernir entre los hijos a un joven falto de corazón.

 

¿Quién es el individuo “falto de corazón”? El que carece de discernimiento y buen juicio, sea por inmadurez espiritual o por falta de experiencia en el servicio a Dios. Por eso, es más propenso a cometer pecados graves, como el joven del que habla.

 

Proverbios 7:6-23. Porque estando yo a la ventana de mi casa, miré hacia abajo por mi celosía, para poder atisbar a los inexpertos. Estaba interesado en discernir entre los hijos a un joven falto de corazón, que iba pasando por la calle cerca de la esquina de ella; y en el camino a la casa de ella marcha él, en el crepúsculo, al atardecer del día, al acercarse la noche y las tinieblas. Y, ¡mira!, allí estaba una mujer que salía a su encuentro, con la prenda de vestir de una prostituta, y astuta de corazón. Alborotadora es, y terca. En su casa no siguen residiendo sus pies. Ahora está fuera, ahora está en las plazas públicas, y cerca de todas las esquinas se pone al acecho. Y se ha asido de él y le ha dado un beso. Ha adoptado un rostro descarado, y empieza a decirle: “Tenía que ofrecer sacrificios de comunión. Hoy he pagado mis votos. Por eso he salido a tu encuentro, para buscar tu rostro, a fin de hallarte. He adornado mi diván con colchas, con cosas de muchos colores, lino de Egipto. He rociado mi cama con mirra, áloes y canela. De veras ven, saciémonos bebiendo del amor hasta la mañana; sí, gocemos el uno del otro con expresiones de amor. Porque el esposo no está en casa; se ha ido viajando por un camino de bastante distancia. Una bolsa de dinero ha llevado en la mano. El día de la luna llena vendrá a su casa”.
Lo ha extraviado con la abundancia de su persuasiva. Por la suavidad de sus labios lo seduce. De repente él va tras ella, como toro que viene aun al degüello, y justamente como si estuviera en grilletes para la disciplina de un tonto, hasta que una flecha le abre el hígado, tal como un pájaro se mete apresurado en la trampa; y él no ha sabido que en ello está envuelta su misma alma.

 

¿Y quién es el hombre que “adquiere corazón”? El que se preocupa por el estado de su persona interior, y por ello estudia regularmente la Palabra de Dios con la ayuda de la oración. Al grado que se lo permite la imperfección, lucha por que sus pensamientos, deseos, emociones y metas complazcan a Jehová. Así muestra que “ama su propia alma” —es decir, que se está haciendo bien a sí mismo— y que quiere “hallar el bien”.

 

(Proverbios 19:8). El que adquiere corazón ama su propia alma. El que guarda el discernimiento va a hallar el bien.


Conviene que nos preguntemos: “¿Estoy seguro de que las normas de Dios son las mejores, y de que si las sigo conseguiré la mayor felicidad que existe?”.

 

(Salmo 19:7-10; La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto. Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón;
el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos. El temor de Jehová es puro, subsiste para siempre. Las decisiones judiciales de Jehová son verdaderas; han resultado del todo justas.
Más han de desearse que el oro, sí, que mucho oro refinado; y más dulces son que la miel, y la miel que fluye de los panales.

 

Isaías 48:17, 18). Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar. ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar.
 

Si tuviéramos la más mínima duda, ¿qué podemos hacer? Meditar en las consecuencias que tendría desatender las leyes de Dios. También es preciso que “gustemos y veamos que Jehová es bueno”, viviendo la verdad y llenando la mente de ideas sanas, de pensamientos verdaderos, justos, castos, amables y virtuosos.

 

(Salmo 34:8; Gusten y vean que Jehová es bueno; feliz es el hombre físicamente capacitado que se refugia en él.

 

Filipenses 4:8, 9). Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.
 

Cuanto más nos esforcemos, más aumentará nuestro amor por Dios y por las cosas que el ama, y más odio sentiremos por todo lo que él odia. Recordemos a José. No era un superhombre, pero logró “huir de la fornicación”. ¿Por qué? Porque permitió que Jehová lo  moldeara a lo largo de los años y le fortaleciera el corazón. Y lo mismo tenemos que hacer nosotros.

 

(Isaías 64:8). Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano.

¿Qué importante tema examinaremos a continuación?.


No olvidemos que los genitales no son simples juguetes o instrumentos de placer. Son el medio que Jehová ha dado a los casados para que puedan reproducirse y disfrutar de relaciones íntimas.

 

(Proverbios 5:18). Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud.

 

En los próximos dos capítulos examinaremos cómo ve Dios el matrimonio.


 *TEXTOS PARA MEDITAR

 

“Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo.” (Salmo 97:10.)


“Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.”
(Mateo 5:28.)


“El que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18.)


“Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo.” (1 Corintios 9:27.)


“Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará; porque el que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna.” (Gálatas 6:7, 8.)


“Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a fornicación, inmundicia [y] apetito sexual.” (Colosenses 3:5.)


“Cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, no en codicioso apetito sexual.”
(1 Tesalonicenses 4:4, 5.)
 

(Levítico 18: 6-25).  ”’No deben acercarse ustedes, ningún hombre de ustedes, a nadie que sea parienta carnal próxima de él para poner al descubierto desnudez. Yo soy Jehová. La desnudez de tu padre y la desnudez de tu madre no debes poner al descubierto. Es tu madre. No debes poner al descubierto su desnudez.
”’La desnudez de la esposa de tu padre no debes poner al descubierto. Es la desnudez de tu padre.
”’En cuanto a la desnudez de tu hermana, la hija de tu padre o la hija de tu madre, sea nacida en la misma casa o nacida fuera de ella, no debes poner al descubierto la desnudez de ellas.
”’En cuanto a la desnudez de la hija de tu hijo o la hija de tu hija, no debes poner al descubierto la desnudez de ellas, porque son tu desnudez.
”’En cuanto a la desnudez de la hija de la esposa de tu padre, prole de tu padre, siendo ella hermana tuya, no debes poner al descubierto su desnudez.
”’La desnudez de la hermana de tu padre no debes poner al descubierto. Es parienta consanguínea de tu padre.
”’La desnudez de la hermana de tu madre no debes poner al descubierto, porque es parienta consanguínea de tu madre.
”’La desnudez del hermano de tu padre no debes poner al descubierto. No debes acercarte a su esposa. Es tu tía.
”’La desnudez de tu nuera no debes poner al descubierto. Es la esposa de tu hijo. No debes poner al descubierto la desnudez de ella.
”’La desnudez de la esposa de tu hermano+ no debes poner al descubierto. Es la desnudez de tu hermano.
”’La desnudez de una mujer y su hija no debes poner al descubierto. A la hija de su hijo y a la hija de su hija no debes tomar para poner al descubierto su desnudez. Son casos de parentesco consanguíneo. Es conducta relajada.
”’Y no debes tomar a una mujer además de su hermana como rival+ para poner al descubierto su desnudez, es decir, además de ella durante su vida.
”’Y no debes acercarte a una mujer durante la menstruación+ de su impureza para poner al descubierto su desnudez.
”’Y no debes dar tu emisión como semen a la esposa de tu asociado, para hacerte inmundo por ello.
”’Y no debes permitir que ninguna prole tuya sea dada por entero a Mólek. No debes profanar el nombre de tu Dios de esa manera. Yo soy Jehová.
”’Y no debes acostarte con un varón igual a como te acuestas con una mujer. Es cosa detestable.
”’Y no debes dar tu emisión a ninguna bestia para hacerte inmundo por ello, y la mujer no debe ponerse delante de una bestia para tener cópula con ella. Es una violación de lo que es natural.
”’No se hagan inmundos por medio de ninguna de estas cosas, porque por medio de todas estas cosas se han hecho inmundas las naciones que voy a enviar de delante de ustedes. En consecuencia la tierra está inmunda, y traeré sobre ella castigo por su error, y la tierra vomitará a sus habitantes.